Generala Chávez: me alejaron por no ser de roscas delincuenciales

La exsubcomandante de la Policía, Rosario Chávez, declaró ayer que su alejamiento del cargo fue -además del hecho de ser mujer- por no pertenecer a las roscas que dentro de esa institución se reparten ganancias ilegales entre \"farras y parrilladas” los fines de semana. La afirmación la hizo al momento de aceptar, muy a pesar suyo, su nuevo cargo: directora nacional de Instrucción y Enseñanza y rectora de la Universidad Policial (Unipol).
La exsubcomandante de la Policía, Rosario Chávez, declaró ayer que su alejamiento del cargo fue -además del hecho de ser mujer- por no pertenecer a las roscas que dentro de esa institución se reparten ganancias ilegales entre \"farras y parrilladas” los fines de semana. La afirmación la hizo al momento de aceptar, muy a pesar suyo, su nuevo cargo: directora nacional de Instrucción y Enseñanza y rectora de la Universidad Policial (Unipol). \"Me degradan y restringen mi derecho a una remuneración acorde con mi grado por el hecho de ser mujer y de no haber entrado al círculo de clanes y roscas delincuenciales que hay en la Policía. Aquellos clanes que todos los fines de semana se dedican a reunirse en farras y parrilladas para distribuirse los beneficios ilegales que obtienen a costa de la institución”, manifestó Chávez en su discurso de posesión. La generala, quien asumió el cargo de subcomandante de la Policía el 6 de enero de este año por el entonces comandante general Luis Cerruto, es segunda de su curso, según la lista de evaluación y antigüedad del Consejo Superior de Recursos Humanos. Es decir, está detrás de Cerruto. Éste fue removido de su cargo tras la fuga del peruano Martín Belaunde y Édgar Téllez, el quinto en esa nómina, ocupó su lugar. A los pocos días, el 12 de junio, Téllez reemplazó a Chávez por Gregorio Careaga, tercero en la lista de ascensos, es decir un puesto detrás de la generala. Chávez, sin contener su indignación, incluso señaló que a Cerruto se le había beneficiado con 30 puntos en el ascenso, pues \"ya entonces no toleraban la idea de que una mujer sea comandante de la Policía”. Téllez, a tiempo de manifestar que no actuó con discriminación y su profundo respeto y admiración hacia Chávez, la designó a su nuevo puesto. La generala lo asume, pero confía que un amparo constitucional le devuelva lo que le corresponde. Ayer, antes de instalarse en su nuevo despacho en la Unipol y recalcando que sus declaraciones no son deliberación, dijo que \"por el hecho de ser mujer y denunciar hechos de corrupción, de forma arbitraria, abusiva, prepotente y haciendo gala de su poder de machos me acosan laboralmente”. Terminó de hablar y a los presentes no les quedó otra que aplaudir. La abogada de Chávez, Paola Barriga, presente en el acto, anunció que el amparo constitucional que presentó su defendida ya fue sorteado a la Sala Social Segunda, y que en audiencia se definirá si se vulneraron sus derechos y debe reasumir sus funciones de subcomandante o no. Las irregularidades Vulneradas Chávez dijo que el comandante de la Policía, Édgar Téllez, vulneró al menos cinco normas al reemplazarla en el cargo de subcomandante: La Constitución Política, la Ley Orgánica de la Policía, la Ley de Lucha contra la Discriminación, el Reglamento de Personal y la Resolución 7119. Corrupción La generala informó que tiene una lista de funcionarios que cobran a subalternos dinero para favorecerlos con ciertos destinos. Amenaza Un nuevo caso, el abogado Edwin Segales denunció ayer que recibió amenazas de muerte por referir hechos de corrupción que pesan contra jefes y oficiales de la Policía Boliviana ante el Ministerio Público.
FUENTE: PAGINA 7             (18-06-2015)