El desempleo encubierto tiene rostro de mujer

\"Vivir al día”. Ésta es la regla 24/7 de cientos de familias que dependen de la venta de diversos productos en las ferias que se instalan en las calles y avenidas de las ciudades del país. Esta actividad económica genera ingresos para alimentar y vestir, además de contribuir a los hogares y hasta para darse algún \"gustito” extra. Las comerciantes de la Ceja, avenidas Antofagasta, Tiahuanaco y calles aledañas en la ciudad de El Alto son parte de este universo.
\"Vivir al día”. Ésta es la regla 24/7 de cientos de familias que dependen de la venta de diversos productos en las ferias que se instalan en las calles y avenidas de las ciudades del país. Esta actividad económica genera ingresos para alimentar y vestir, además de contribuir a los hogares y hasta para darse algún \"gustito” extra. Las comerciantes de la Ceja, avenidas Antofagasta, Tiahuanaco y calles aledañas en la ciudad de El Alto son parte de este universo. El pan del día y el estudio de los hijos inducen a mujeres a salir a las calles a comerciar variados productos. Esta ocupación, si bien genera ingresos, no es un empleo de calidad y no ofrece seguros de salud ni de jubilación. En el departamento de La Paz el 55% de su población es trabajador por cuenta propia, de acuerdo con los datos del Censo de Población y Vivienda 2012 del Instituto Nacional de Estadística (INE). En la Ceja misma no hay un mercado, en el sentido normado por la comuna, sino que hay múltiples ferias que se extienden cual si fuesen anillos de Saturno. Desde la división misma con la ciudad de La Paz, hacia las avenidas Tiahuanaco, Antofagasta, las calles: Raúl Salmón, Franco Valle y Jorge Carrasco hasta la avenida 6 de Marzo, desde la uno y hasta la 11, que es la avenida Satélite, se instalan ferias. De igual manera, ocurre hacia la plaza Juana Azurduy y las calles aledañas: Constantino Medina, Sempértegui y Romero, aunque en esta área las asociaciones están más identificadas por productos como ser abarrotes, verduras y frutas, además con agrupaciones de mayor número de comerciantes. Y ¿por qué es tan apetecible vender en la Ceja? La respuesta es clara: Esta área de la ciudad de El Alto, que quedó en el límite con la ciudad de La Paz, es el \"centro de comercio”, según señala el coordinador de Ferias y Mercados del Gobierno Autónomo Municipal de El Alto (GAMEA), Boris Becerra. Además, es el \"primer círculo” alrededor del cual se fueron formando los barrios y zonas que conforman esta urbe, asegura el Mapeo Económico Ciudad de El Alto, de la Fundación Infocal La Paz, elaborado por Javier Michel. Rostros endurecidos pero risueños La inclemencia del tiempo en una ciudad a 4.000 msnm no es una simple frase, es una realidad que a diario golpea el rostro de cientos de mujeres jóvenes, maduras, ancianas y niñas. Todas signadas por la necesidad de ganarse el pan del día, tanto de ellas como de sus familias. A pesar de que hay anaqueles en la feria de la avenida Tiahuanaco y sus alrededores, que no es la única, desde las 15:00 comienza el ajetreo de colocar los puestos callejeros. Doña Juana se instala cada tarde, pero en jueves y domingo también \"me vendo en la 16 de Julio”, comenta al asegurar que ésa es la más grande de la ciudad de El Alto, coincidiendo en la apreciación con el coordinador de Ferias y Mercados del GAMEA. En la feria que sigue el trazado de la línea férrea que unía la ciudad de La Paz con el puerto de Guaqui, entre la intersección de las avenidas Tiahuanaco y Satélite, alrededor de 1.000 familias dependen de estas ventas diarias. La mayoría de las comerciantes son mujeres ancianas, mayores, jóvenes y adolescentes, aunque la presencia de varones no está ausente. De igual manera ocurre en las otras ferias. \"Hay que ganarse el pan del día”, dice lacónicamente doña Margarita con un bebé acomodado en una camita ocasional que su mamá le arma en medio de los productos para la venta. Otras madres tienen a sus hijos en cochecitos. Algunas los llevan cargados sobre sus espaldas en coloridos aguayos. Todas estas criaturas están bien abrigadas, así combaten el frío de la diaria jornada. En las tiendas, principalmente de ropa, atienden mujeres jóvenes. Son empleadas sí, pero no son parte de ese 37,7% de trabajadores asalariados, puesto que les dan una remuneración en algunos casos por ventas y en otros sin llegar al mínimo nacional. A estos reducidos ingresos se suma la ausencia del seguro de salud y de cobertura de renta de jubilación. A diario, desde las tres de la tarde, las jovencitas ofrecen pantalones, jeans, chamarras, poleras, blusas y vestidos, entre otras prendas de vestir. La mayoría asegura que con el fruto de su trabajo ayudan a sus familias, pero también logran cubrir sus propias necesidades. Es casi una ventaja salir a vender por la tarde, de acuerdo con las apreciaciones de las protagonistas de esta historia. Las razones de este contento son simples. Doña Angélica, por ejemplo, comenta que por la mañana cocina para su familia, porque \"si no quién nos daría de comer”. Ella es una de las cientos de comerciantes que vende en uno de los anaqueles de la avenida Tiahuanaco. Por las mañanas \"puedo ir al colegio”, señala una jovencita que se niega a decir su nombre y dar más detalles. Pero eso sí, indica que ayuda a su mamá. Los conflictos entre vecinas, compañeras de oficio y hasta de infortunio, también forman parte de esta convivencia diaria. Así lo hace saber doña María. El dolor de este comportamiento, prácticamente le obliga a mencionar esta molestia. A pesar de todo, es necesario ganarse la vida. Encubierto Las ferias alrededor de la Ceja de la ciudad de El Alto encubren el desempleo, debido a que si bien la venta de productos genera ingresos para las familias, igual el comercio es una fuente laboral precaria, sin cobertura de seguros de salud ni de largo plazo. La atención de salud tanto de hijos como de las mismas comerciantes se da en centros públicos y, en contadas ocasiones, en clínicas privadas. La posibilidad de acceder a una renta de jubilación es una utopía. Las mujeres mayores de 50 años, tan próximas a alcanzar la edad de retiro, porque tienen al menos tres hijos nacidos vivos, lamentan no poder hacerlo porque carecen de la cobertura de ese seguro. En tanto que las menores de 25 años ni siquiera saben de qué se trata esta protección de largo plazo. En Bolivia el empleo \"es mayoritariamente informal”, con sólo el 32% de los trabajadores protegidos por la Ley General del Trabajo, de acuerdo con el análisis que realiza Armando Méndez, profesor emérito de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), académico de la economía y expresidente del Banco Central de Bolivia. El desempleo encubierto en el comercio de las ferias \"tiene que ver con temas estructurales”, adicionando, desde el año pasado, el \"bono demográfico”, con población joven sin poder acceder a fuentes laborales de calidad, indica el director de la Fundación Jubileo, Juan Carlos Núñez. El sector terciario, comercio y servicios es \"empleo informal, sin ninguna calidad”, deja en claro. Para Bruno Rojas, investigador del Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), el sector informal es el \"colchón” que está aguantando la demanda laboral. Las familias y las personas generan su propio empleo. Aclara que la venta de productos en las ferias \"es ocupación”, que en general \"se puede observar de mala calidad”. La ciudad de El Alto crece por la migración de pobladores del área rural con el objetivo de encontrar oportunidades de trabajo. Sin embargo, y a pesar del aumento poblacional que se registra, igual \"los indicadores de desempleo abierto, precariedad del empleo y subempleo invisible en la ciudad de El Alto son significativamente mayores al promedio encontrado en otras capitales”, asegura el estudio de Infocal. Aun cuando el 97% de la población alteña es alfabeta, sabe leer y escribir, con 47,4% de habitantes que están en secundaria y el 19,8% en formación superior, sólo dos de 10 personas alcanzaron un grado superior. Sin embargo, la actividad económica a la que se dedica más del 40% de las mujeres mayores de 10 años es el \"comercio, transporte y almacenes”, de acuerdo con publicaciones del INE. Apetecible aun sin un mercado Las comerciantes que se instalan en la Ceja y sus alrededores no son parte de un mercado como tal, sino que agremiadas en más de 30 asociaciones son parte de una feria, de acuerdo con las normas del Gobierno Municipal de El Alto, como lo indica el funcionario de la Alcaldía alteña. La Ceja es de las primeras áreas pobladas en la ciudad de El Alto; los asentamientos datan de la década de 1950, según concuerdan datos de estudios realizados en esa urbe. Además de ser \"el primer círculo” de ese municipio, en el cual \"un elevado porcentaje de la población activa (está) empleada principalmente en el sector del comercio”, de acuerdo con el estudio Mapeo Económico Ciudad de El Alto, realizado por la Fundación Infocal La Paz, de enero de 2013. La ciudad de El Alto nació como tal el 6 de marzo de 1985. Sin embargo, comenzó a ser poblada cuatro décadas antes. El número de habitantes va en constante ascenso, de unas 11.000 personas, calculadas allá por los años de 1940, de acuerdo con la publicación de René Pereyra, a las 843.934 del Censo de Población y Vivienda 2012. Parte en la Ceja, pues es el punto de división entre lo que ahora son las ciudades de La Paz y El Alto, pero también es el \"centro de comercio” que concentra múltiples ferias que procuran el pan del día para miles de familias, pero que deja sin cobertura de seguros, porque esta ocupación excluye a la gente del empleo de calidad.
FUENTE: PAGINA 7             (07-11-2016)